miércoles, 30 de marzo de 2011

alcaracejos



El Puerto del Calatraveño marca la entrada natural al sur de Los Pedroches. Alcaracejos aparece crucificado al paso del viajero por la Nacional 502 y la Comarcal 420, de Villanueva de la Serena a Andújar.
La dominación árabe ha dejado un importante conjunto de molinos en los cursos fluviales que descienden de las estribaciones de Sierra Morena, como el río Cuzna o el arroyo de la Gargantilla. Estos molinos se han mantenido en uso hasta hace unas décadas y entre ellos destacan los llamados de Juan José y de Caballero.
Parroquia de San Andrés, el actual templo, construido en la segunda mitad del s. XIX. Se asienta sobre una antigua edificación religiosa de estilo gótico-mudéjar, de la que sólo se conserva la portada, colocada en el interior y constituida por un arco conopial adornado con bolas.
Los primeros datos sobre la civilización de esta localidad se remontan al neolítico. De hecho, constatamos actividades de esta etapa al noroeste de la Chimorra, la presencia de la cultura ibérica, el laboreo minero-metalúrgico de la zona durante la época romana, y la pervivencia de la cultura material hispanomusulmana, testificada en los numerosos molinos árabes o de ascendencia árabe en uso hasta nuestros días. Esta población estuvo habitada durante la época árabe como se puede ver, no sólo por su nombre, que parece derivar de la palabra árabe Al-caria, sino por los restos hallados en la zona. Hasta el momento, la única noticia documentada sobre la existencia del actual núcleo urbano es del año 1447. En el 1487 los vecinos de Alcaracejos se hallan entablando un duro pleito a causa de querer liberarse de la jurisdicción de Torremilano (en la actualidad Dos Torres), cosa que realmente consiguen en el año siguiente, constituyendo su propio concejo. En el año 1560 el rey Felipe II la concedió a los Marqueses de El Carpi
Museo de la Matanza, con los útiles más antiguos relacionados con las tradiciones culinarias de Los Pedroches. La matanza aseguraba la alimentación de las familias durante la mayor parte del año. Utensilios, grandes recipientes para condimentar los embutidos, calderas y todo un amplio repertorio de mesas y enseres básicos para llevar a cabo esta práctica milenaria, forman parte de una exhibición permanente en este Museo.
o, hasta que en el año 1747 volvió a la corona. La permanencia en zona republicana y en el frente de guerra desde 1936 a 1939 hizo serios estragos en su conjunto histórico-artístico, salvándose, solo en parte, su tesoro documental.

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