Es una villa situada al norte de la provincia de Córdoba, en la comarca de Los Pedroches. Dista 100 kilómetros de la ca
En un paseo por la población hallamos la Plaza de la Constitución, corazón urbano de Belalcázar, acogedora y apacible, presidida por el edificio decimonónico de las casas consistoriales. Se alza en un rincón la iglesia parroquial dedicada a Santiago el Mayor de colosal y austera fachada granítica prologada en inacabado campanario. Concebida como una gran nave con capillas laterales alojadas entre los contrafuertes.
Por las calles se localizan algunas casa de interés, conservando sencillas portadas del XVI y otras construcciones barrocas.
Es recomendable la subida al castillo para admirar la noble arrogancia de sus piedras berroqueñas. El castillo de excelente cantería de granito, ofrece una distribución cuadrangular con altos y robustos muros que aparecen jalonados por ocho torres prismáticas. La torre del Homenaje es la más grandiosa de todas, con garitas cilíndricas adornadas por gigantescos escudos.
Merece verse la abandonada iglesia conventual de San Francisco, que corona el barrio del Marrubial, del siglo XV con la elegancia renacentista de su portada. También el convento de Santa Clara sobrenombrado de la Columna, por el trozo perteneciente a aquélla en la que azotaron a Nuestro Señor, que se veneró aquí. Posee numerosas dependencias y patios. Destaca la iglesia con su portada con arco rebajado donde figuran, aunque mutiladas las estatuas en piedra de Cristo, la Magdalena y Santa Clara, obras notables de la escultura hispano-flamenca en Córdoba.
La Guerra civil arruinó el patrimonio escultórico de Belalcázar. Señalar la maestría de la orfebrería del siglo XVIII pregonada por un cáliz y una custodia de dicha centuria.
Por las calles se localizan algunas casa de interés, conservando sencillas portadas del XVI y otras construcciones barrocas.
Es recomendable la subida al castillo para admirar la noble arrogancia de sus piedras berroqueñas. El castillo de excelente cantería de granito, ofrece una distribución cuadrangular con altos y robustos muros que aparecen jalonados por ocho torres prismáticas. La torre del Homenaje es la más grandiosa de todas, con garitas cilíndricas adornadas por gigantescos escudos.
Merece verse la abandonada iglesia conventual de San Francisco, que corona el barrio del Marrubial, del siglo XV con la elegancia renacentista de su portada. También el convento de Santa Clara sobrenombrado de la Columna, por el trozo perteneciente a aquélla en la que azotaron a Nuestro Señor, que se veneró aquí. Posee numerosas dependencias y patios. Destaca la iglesia con su portada con arco rebajado donde figuran, aunque mutiladas las estatuas en piedra de Cristo, la Magdalena y Santa Clara, obras notables de la escultura hispano-flamenca en Córdoba.
La Guerra civil arruinó el patrimonio escultórico de Belalcázar. Señalar la maestría de la orfebrería del siglo XVIII pregonada por un cáliz y una custodia de dicha centuria.
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